La inflamación limitada en el tiempo es un mecanismo de defensa de tu cuerpo que te ayuda a cicatrizar las heridas, eliminar a los patógenos y reparar los tejidos. Sin embargo, cuando la inflamación se descontrola y se vuelve crónica puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón, diabetes, enfermedades autoinmunes y neurodegenerativas, entre otras1.
La buena noticia es que a través de tu dieta y los probióticos puedes mantener a raya esta inflamación crónica y evitar sus complicaciones. Descubre cuáles son los alimentos y los probióticos que no pueden faltar en tu rutina diaria para controlar la inflamación intestinal.
Síntomas de la inflamación intestinal
La inflamación intestinal se produce debido a una combinación de causas genéticas, inmunitarias y ambientales. El resultado de la activación persistente de tu sistema inmunitario es una inflamación de la fina capa de células que recubre todo tu tubo digestivo. Esta inflamación del intestino puede estar causada por diferentes enfermedades (por ejemplo, la enfermedad celíaca y el intestino irritable) o ser debida a las enfermedades inflamatorias del intestino.
Los dos tipos de enfermedades inflamatorias del intestino son la enfermedad de Crohn, que puede afectar a cualquier parte de tu tubo digestivo, y la colitis ulcerosa, que afecta solo a tu intestino grueso.
Los síntomas de la inflamación intestinal más frecuentes son el dolor abdominal y la diarrea. Otros síntomas incluyen la sangre en las heces, la falta de energía y la pérdida de peso no intencionada2.
Alimentos que producen inflamación intestinal
Tu alimentación es lo primero a lo que debes prestar atención para controlar la inflamación intestinal3.
Evitar o limita estos grupos de alimentos tanto como te sea posible3,4:
- Productos con azúcar (bollería, mermelada, etc.) y harinas refinadas (pan blanco, cereales de desayuno con azúcares y pasta tipo espaguetis y macarrones que no sean integrales).
- Alimentos precocinados (pizzas congeladas, patatas fritas de bolsa, etc.).
- Carnes rojas (filetes de ternera, lomo de cerdo) y procesadas (incluye al embutido y al jamón).
- Alimentos ricos en grasas saturadas (carnes grasas, bollería, lácteos enteros y mantequilla) y ácido araquidónico (lácteos enteros, carnes grasas o embutidos) con efecto proinflamatorio sobre el intestino.
- Alcohol (incluye al vino tinto y a la cerveza) con efecto irritante de la mucosa digestiva y aumento del riesgo de diversos cánceres5.
Alimentos que reducen la inflamación intestinal
Incluye en tus menús diarios estos alimentos no procesados y sin azúcar añadido para controlar la inflamación intestinal4:
- Frutas y hortalizas frescas de cualquier tipo: se ha visto que el consumo de 30 tipos distintos de alimentos de origen vegetal a la semana se asocia con tener una microbiota intestinal más diversa y con más cantidad de bacterias que producen ácidos grasos de cadena corta que reducen tu riesgo de inflamación intestinal y cáncer colorrectal6 (idealmente cada comida que hagas debería incorporar una fruta o hortaliza como plato principal, guarnición o de postre).
- Aceite de oliva, preferiblemente que sea virgen extra, para cocinar y aliñar tus platos (de 3 a 4 cucharadas soperas al día).
- Frutos secos, especialmente las nueces por su alto contenido en ácidos grasos omega-3 con propiedades antiinflamatorias (un puñado al día).
- Pescado azul, preferiblemente el de tamaño pequeño como las sardinas y la caballa porque no acumulan tanto mercurio (1 o 2 veces por semana).
Probióticos e inflamación intestinal
Algunos probióticos pueden ayudarte a prevenir y tratar la inflamación intestinal gracias a sus propiedades de restaurar la barrera intestinal alterada y su capacidad de reducir la producción de sustancias proinflamatorias por las células de tu sistema inmunitario.
Por ejemplo, en el contexto de las enfermedades digestivas, algunos ensayos clínicos han mostrado que determinados probióticos, especialmente las mezclas de lactobacilos y bifidobacterias, pueden reducir las funciones inflamatorias de la microbiota intestinal en pacientes con colitis ulcerosa moderada y en pacientes en remisión7,8. Sin embargo, el papel de los probióticos para prevenir la recurrencia de la enfermedad de Crohn es controvertido7,8.
La mezcla de las cepas Lactobacillus plantarum CECT 7484, L. plantarum CECT 7485 y Pediococcus acidilactici CECT 7483 a la dosis de 3.000 millones de microorganismos vivos es la primera combinación de probióticos desarrollada específicamente para las personas que sufren de disconfort intestinal gracias a su acción sinérgica para9,10:
- Reducir la permeabilidad intestinal, corregir la alteración de la microbiota intestinal y reducir la inflamación de la mucosa intestinal que acompaña a las enfermedades inflamatorias del intestino desde la semana 3 de tratamiento.
- Reducir el dolor abdominal que acompaña a las enfermedades inflamatorias intestinales.
- Mejorar la calidad de vida cotidiana y el estado de salud mental.
Conclusión
La inflamación puntual te ayuda a defenderte de los patógenos, pero cuando se cronifica en el tiempo aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y problemas de salud mental.
Los alimentos que te ayudan a mantener a raya la inflamación intestinal son las frutas y hortalizas frescas, los frutos secos, el aceite de oliva virgen extra y el pescado azul de tamaño pequeño.
Algunos probióticos pueden ayudarte a prevenir y tratar la inflamación intestinal gracias a sus propiedades de restaurar la barrera intestinal alterada y su capacidad de reducir la producción de sustancias proinflamatorias.
Referencias:
- Furman D, Campisi J, Verdin E, et al. Chronic inflammation in the etiology of disease across the lifespan. Nat Med. 2019; 25(12):1822-1832. doi: 10.1038/s41591-019-0675-0.
- Godman H. Chronic gut inflammation: Coping with inflammatory bowel disease. Harvard Health Publishing. 1 de agosto de 2021. Disponible en: https://www.health.harvard.edu/diseases-and-conditions/chronic-gut-inflammation-coping-with-inflammatory-bowel-disease (consulta el 18 de octubre de 2022).
- Serrano-Moreno C, Brox-Torrecilla N, Arhip L, et al. Diet for inflammatory bowel disease: What do we know so far? Eur J Clin Nutr. 2022; 76(9):1222-1233. doi: 10.1038/s41430-021-01051-9.
- Foods that fight inflammation. Harvard Health Publishing. 16 de noviembre de 2021. Disponible en: https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/foods-that-fight-inflammation (consulta el 18 de octubre de 2022).
- Basulto J y Cáceres J. Dieta y cáncer. Qué puede y qué no puede hacer tu alimentación. Editorial Planeta; 2019.
- McDonald D, Hyde E, Debelius JW, et al. American Gut Project: an open platform for citizen science microbiome research. mSystems. 2018; 3(3):e00031-18. doi: 10.1128/mSystems.00031-18.
- Plaza-Díaz J, Ruiz-Ojeda FJ, Vilchez-Padial LM, et al. Evidence of the anti-inflammatory effects of probiotics and synbiotics in intestinal chronic diseases. Nutrients. 2017; 9(6):555. doi: 10.3390/nu9060555.
- Organización Mundial de Gastroenterología. Probióticos y prebióticos. Febrero de 2017. Disponible en: https://www.worldgastroenterology.org/guidelines/probiotics-and-prebiotics/probiotics-and-prebiotics-spanish (consulta el 5 de octubre de 2022).
- Lorenzo-Zúñiga V, Llop E, Suárez C, et al. I.31, a new combination of probiotics, improves irritable bowel syndrome-related quality of life. World J Gastroenterol. 2014; 20(26):8709-8716. doi: 10.3748/wjg.v20.i26.8709.
- Barraza-Ortiz DA et al. Efficacy of a probiotic formula and alverine/simethicone combination in patients with diarrhoea-predominant and mixed irritable bowel syndrome: a randomized, single-blind, placebo-controlled pilot trial. Presentación del póster en la Semana Nacional de Gastroenterología 2019. Asociación Mexicana de Gastroenterología.
Autor
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Farmacéutico, dietista-nutricionista y doctor en comunicación científica en nutrición. Traduce los estudios fiables de nutrición en un lenguaje que se entienda y es profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud Blanquerna-Universidad Ramon Llull y de la Universitat Oberta de Catalunya.
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