En este nuevo siglo, el estudio de los microorganismos que habitan en nuestro cuerpo ha sufrido un espectacular avance. Aunque queda mucho por investigar, hoy se sabe que estos microorganismos forman parte de procesos fisiológicos fundamentales como la función nutritiva o inmunitaria, y que trabajan de forma simbiótica con nuestro organismo.
¿Qué es la microbiota vaginal?
Cuando hablamos de microbiota vaginal nos referimos al conjunto de microorganismos que habitan en la vagina. No es una población aislada, sino en estrecha relación con la microbiota intestinal, aunque tengan características diferenciales.
La relación entre ambas poblaciones, intestinal y vaginal, se produce por contaminación fecal de la vagina, por cercanía de ambas cavidades, o por un complejo mecanismo que aún no está completamente descrito, y que se denomina translocación bacteriana. Al contrario de lo que inicialmente se pensaba, hoy se sabe que esta interrelación no es siempre negativa, pudiendo ser favorable en muchos casos.
¿Es siempre igual la microbiota vaginal?
La composición de la microbiota vaginal varía según la edad y es muy variable, incluso en una misma mujer, dependiendo de la parte de la vagina y los genitales externos que se analice, de la fase del ciclo menstrual en la que se encuentre, de la actividad sexual, etc. Pero esta variabilidad no implica patología, o que los microorganismos dejen de tener sus funciones beneficiosas.
¿Qué organismos son los más frecuentes en la microbiota vaginal?
En la mayoría de las mujeres, los gérmenes predominantes en la microbiota vaginal son los lactobacilos (>70% de las mujeres), aunque existe un grupo en el que pueden ser dominantes otras bacterias, de las llamadas anaerobias estrictas (Gadnerella, Atopobium, Prevotella, etc.), sin que el aislamiento de estas especies implique directamente la existencia de un proceso patológico. En este último grupo (27% de las mujeres) se encuentran sobre todo mujeres afroamericanas y latinas, lo cual indica que pudiera existir una relación entre la genética y el tipo de microorganismos que colonizan el cuerpo humano.
¿Qué funciones realiza la microbiota vaginal?
Las funciones más conocidas de la microbiota están relacionadas con procesos fisiológicos como el desarrollo de la inmunidad, la resistencia o susceptibilidad a infecciones, o la biodisponibilidad de nutrientes.
Concretamente, en el medio vaginal:
- Contribuyen a la integridad de la mucosa (la pared vaginal) y a su funcionamiento correcto.
- Compite con otros microorganismos que potencialmente sean patógenos, impidiendo la adhesión a las mucosas para que no puedan infectar, o disminuyendo su sustrato alimenticio.
- Degradan sustancias extrañas que puedan ser dañinas al medio.
- Producen sustancias antimicrobianas.
Los lactobacilos han demostrado en numerosos estudios que son capaces de realizar estas funciones. Los más frecuentemente encontrados en la vagina son acidophilus y/o fermentum, y más específicamente L. crispatus, L. gasseri, L. iners y L. jensenii. Además de lactobacilos, se pueden encontrar otros microorganismos, la mayoría de ellos procedentes del intestino.
Pero se considera que la presencia de lactobacilos es fundamental para el mantenimiento del equilibrio vaginal. En las mujeres en edad fértil constituyen uno de los mecanismos de defensa fundamentales de la vagina, entre otras cosas, porque:
- Se adhieren de forma específica a las paredes vaginales y del cuello del útero, formando una biopelícula que no permite la adhesión de microorganismos indeseados.
- Producen agregados con los patógenos, formando unas estructuras donde hacen más efecto las sustancias microbicidas que liberan.
- Producen ácido láctico, que reduce el pH del medio e impide el crecimiento de patógenos, sobre todo de los que proceden del intestino.
- Producen peróxido de hidrógeno, que frena el crecimiento de gérmenes como el gonococo, típica infección de transmisión sexual.
¿Qué sucede cuando hay menos lactobacilos?
Cuando disminuye el número de lactobacilos de la microbiota vaginal se pueden producir infecciones más frecuentemente, además de que otros microorganismos que normalmente están en el medio vaginal pueden sobrecrecer, y provocar situaciones de desequilibrio como la vaginosis bacteriana. Estos desequilibrios desencadenan síntomas poco agradables, entre los que destacan el flujo vaginal con mal olor y abundante.
Las causas más comunes para la disminución de los lactobacilos son el abuso de antibióticos, el estrés, el tabaquismo, el exceso de higiene con lavados vaginales, etc.
Estas son situaciones cotidianas que han llevado al aumento de la frecuencia de vaginitis y vaginosis, lo cual ha promovido el desarrollo de los productos probióticos, que restituyen los lactobacilos perdidos para mejorar el ecosistema vaginal y luchar contra los procesos patológicos.
Bibliografía y Lecturas Recomendadas
- Revised estimates for the number of human and bacteria cells in the body. Sender, R., et al. PLoS Biol. 2016 Aug 19;14(8):e1002533. doi: 10.1371/journal.pbio.1002533.
- Suárez E, Beltrán DA, Daza M, González SP, Guerra JA, Jurado AR, Ojeda D, Rodríguez JM. La microbiota vaginal: composición y efectos beneficiosos. Consenso sobre usos de los probióticos en Ginecología. Disponible en: http://www.sepyp.es/probiot_vaginales.pdf
- Beltrán Vaquero DA, Guerra Guirao JA. Consenso de probióticos vaginales. Madrid: EDIMSA Editores Médicos AS, 2012. ISBN-13: 978-84-7714-377-2
- Jurado AR, Allué J, Pérez S. Retrato de un probiótico. Noticias Médicas. 16-30 Junio 2010: 3960
Autor
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Doctora en Medicina y sexóloga. Coordinadora del Grupo para el Estudio de la Salud Sexual de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (GESS_AEEM). Secretaria General de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual. Coordinadora Académica del Máster de Sexología Médica y del Experto en Sexología para Enfermería de la Universidad Europea del Atlántico. Directora del Instituto Europeo de Sexología en Marbella (Málaga).
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