¿Qué relación hay entre nutrición, inmunidad e infección?

Los alimentos que comemos no solo son importantes para cubrir las necesidades de energía y nutrientes, sino que también juegan un papel clave en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades. Una alimentación saludable es fundamental para tener un buen sistema de defensa -el sistema inmunitario-.

Desnutrición y sistema inmune

Por el contrario, en condiciones de malnutrición, ya sea por defecto (anorexia nerviosa) o por exceso (sobrepeso u obesidad), se puede alterar la función de defensa del organismo. La disciplina que estudia el conjunto de procesos a través de los cuales los nutrientes de los alimentos pueden modificar la actividad del sistema inmunitario es la inmunonutrición. Además, los microorganismos que habitan en el intestino contribuyen de modo importante a las dos funciones principales del tubo digestivo: nutrición y defensa. No podemos olvidar que estas comunidades microbianas beneficiosas (denominadas en conjunto microbiota intestinal) desempeñan un papel muy importante en el desarrollo y regulación del sistema inmunitario. Hasta el 80% de las células del sistema inmunitario están tapizando el tubo digestivo y están en íntimo contacto con la microbiota intestinal.

El Dr. Chandra, referente mundial en el estudio de las interacciones entre la nutrición y el sistema inmunitario, propuso que el sistema inmunitario podría considerarse como un paraguas, capaz de protegernos del ataque de microorganismos (bacterias, virus, parásitos), alérgenos, toxinas, etc., frente al desarrollo de infecciones, alergias, toxicidad y cáncer, entre otros. Si el paraguas -el sistema inmunitario- está defectuoso debido a que no cuidamos nuestra alimentación y estilo de vida, esto puede tener un impacto en las defensas aumentando la frecuencia de las infecciones.

Alimentos beneficiosos para la salud

Cada vez hay más estudios científicos que demuestran el papel de los alimentos en la activación de nuestras defensas y, por lo tanto, con un papel beneficioso para la salud. En concreto, vitaminas (vitaminas A, C y E), minerales (zinc, selenio, hierro y cobre) y grasas omega-3 son esenciales para el perfecto funcionamiento del sistema inmunitario. Por ejemplo, algunos micronutrientes como la vitamina A, ácido fólico, vitamina B₆, vitamina B₁₂, vitamina C, vitamina E, hierro, zinc, cobre y selenio influyen en la susceptibilidad del huésped a sufrir infecciones. Los alimentos funcionales, como los probióticos, también tienen un papel beneficioso sobre las comunidades microbianas del intestino, potenciando diversas funciones del sistema inmunitario.

Además, no hay que olvidar otros factores que tienen un efecto sobre la estrecha relación entre la nutrición y el sistema inmunitario, como son la actividad física, el descanso y el estrés.

En conclusión, el funcionamiento del sistema inmunitario está influenciado por la ingesta de determinados nutrientes beneficiosos y de alimentos funcionales. Una dieta equilibrada -basada mayoritariamente en alimentos de origen vegetal poco procesados-, así como un consumo de probióticos de forma regular, contribuyen a un buen funcionamiento de las defensas.

Consejos sobre nutrición, probióticos y salud intestinal

1. El funcionamiento del sistema inmunitario está influenciado por la ingesta de determinados nutrientes beneficiosos, como vitaminas, minerales y grasas omega-3, y de alimentos funcionales como las bacterias probióticas.
2. Los probióticos y prebióticos tienen un papel importante en la regulación del funcionamiento de la respuesta inmunitaria a través de la microbiota intestinal, la cual a su vez influye en el sistema inmunitario.
3. En situaciones de estrés psicológico (como el asociado con exámenes académicos) y físico (como el deporte), los probióticos pueden paliar en cierta medida el efecto depresor sobre el sistema inmunitario producido por dichas situaciones.
4. Las comunidades microbianas que colonizan el intestino humano participan en las dos funciones principales del tubo digestivo: nutrición -producción de vitaminas y efectos favorables sobre la absorción de minerales- y defensa -prevención de la invasión de agentes infecciosos y desarrollo y modulación del sistema inmunitario-.